La vida en el espacio rural,sobre todo en aquellos lugares y pueblos que están distantes de las grandes ciudades, es a veces demasiado desconocida para la mayoría de la población.
Y, sin embargo, justo en estos espacios sigue viva una tradición, una cultura, unos cultivos, unas recetas,unas canciones, una vestimenta, unos usos, una biodiversidad que suponen un patrimonio cultural, social, histórico y natural de valor incalculable.
Las mujeres y hombres que viven en estos lugares deben reivindicar la relevancia de todo ello, y que puedan transmitirlo en primera persona, que se conviertan en los anfitriones de todas aquellas personas que tengan inquietud por conocerlos, a ellos y a su pueblo,se convierte en todo un honor y un motivo de orgullo.
Entre los factores externos se encuentra la complejidad burocrática y administrativa, la dificultad de acceso a servicios públicos, la menos existencia de oportunidades, el cambio climático, son factores que inciden de manera directa en la vida personal y profesional de aquellos que quieren permanecer en el ámbito rural. Son imprescindibles acciones concretas y eficaces.
