Protección de la Dehesa

AGRICULTURA, GANADERÍA Y PESCA

La Dehesa de Quercus es una joya de la biodiversidad milenaria que pertenece a nuestro patrimonio natural agrario y cultura, que España está a punto de dejar morir. Es la última barrera que encuentra el desierto en su avance por el sur de Europa.

La Dehesa, sistema de producción ganadero único, genuino, de valor natural, económico, social y regional incalculable, corre serios riesgos de desaparición, debido a una concentración de causas por un lado, a la falta de rentabilidad de la misma, decaimiento dela arboleada, ausencia de regeneración, difícil control de enfermedades inclusión en los planes nacionales de sanidad animal, falta de relevo generacional y una gran asfixia burocrática, y por otro lado, de forma muy especial, en estosmomentos, debido al gran problema que se presenta por su desafortunada ubicación administrativa.

Está reconocida y protegida internacionalmente por Europa y la UNESCO como ejemplo de experiencia, arte y cultura rural en la que el hombre, manejando de forma exquisita y armoniosa al ganado, ha hecho uso y gestión racional del suelo para aprovechar racionalmente sus recursos naturales, logrando cerrar el ciclo biológico suelo-planta-animal-suelo, base principal de una naturaleza viva.

Las prácticas agrarias que en la Dehesa se producen, crean innumerables Bienes Públicos para la población (paisaje, biodiversidad, vida, naturaleza...) y repercuten muy positivamente en la calidad de vida de todos los ciudadanos (ocio, empleo, cultura, paz, sosiego,armonía)

El propósito de la Fundación Savia es salvar y proteger este ecosistema ibérico de inconmensurable valor medioambiental,económico y social para España. Se debe hace un gran esfuerzo por parte de todos para conseguir ubicarlo como que se encuentra en situación de vulnerabilidad y pone en riesgo su existencia y conservación por la falta de rentabilidad económica.

Acciones y medidas que permitan la conservación y mejora del propio ecosistema y dotar de medios humanos a la misma. Dada la propia idiosincrasia de la dehesa, en la que sus tres pilares básicos de funcionamiento: la naturaleza, la ganadería extensiva y el hombre deben actuar de manera coordinada y en sintonía, existen toda una serie de oficios y manejos propios que requieren una técnica, una formación y una experiencia, en muchos casos muy singular y diferenciada.

La dehesa es un ecosistema labrado por el hombre a lo largo de muchas generaciones, y no puede entenderse la dehesa sin una sociedad rural capaz que la mantenga viva. Sin duda, es éste un requisito imprescindible que se deben considerar a la hora de desarrollar medidas por parte de la administración pública, que deben consensuar y adoptar posturas conjuntas que defiendan en el seno de la Unión Europea el verdadero y genuino concepto de dehesa, haciendo saber y dejando patente que este ecosistema difiere y no tiene nada que ver con los bosques dedicados a la explotación madera,dentro de los cuales malévolamente o por descornamiento, se introduce a la dehesa de encinas y alcornoques.

La Dehesa es un sistema ganadero en el que existen diseminados una serie de árboles frutales (Quercus) que requieren de un atento y cuidadoso manejo del ganadero, porque son el sustento y medio de vida para el ganado, y sirve para una serie de actividades complementarias agrícolas, forestales, micológicas, apícolas y turísticas que hacen de la misma aun ecosistema que actúa como sumidero de carbono y mitigador del cambio climático, consiguiéndose a base de un buen manejo que se comporte como un auténtico productor de bienes públicos que tiene un efecto indiscutible sobre la mejora de la calidad de vida de toda la población.

De otro lado, el mejor mecanismo para poner en valor la dehesa es conseguir que sus productos tengan reconocimiento y valorización adecuada en el mercado y que ello permita que las personas que viven y trabajan en la dehesa tengan un futuro próspero. En otras palabras, el reto último pasa por conseguir hacer de la dehesa y sus productos un ecosistema sostenible pero también sostenido y ello lo proporciona la rentabilidad económica, dotando de rentas dignas a los que la trabajan.

Establecer mecanismos de producción,transformación y comercialización de los productos de la dehesa que aporten un mayor valor añadido en origen es un objetivo que debe contemplarse de manera explícita.

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