La cultura es un bien inmaterial que en los pueblos se precia de manera infinita. Pero cuando la cultura se convierte en escultura, se crea algo bello y el escultor se convierte en artista, asi lo manifiesta Iván Casero en su artículo de esta semana.
"Ya va siendo hora de que los museos también se planteen al aire libre, con sus esculturas y obras pensadas y elaboradas para sufrir los rigores de este tiempo cambiante, a pasos agigantados".
Para acceder al artículo completo pulse aquí