La contribución de la energía solar fotovoltaica supone una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y la consolidación de un tejido productivo descarbonizado. Pese a ello, produce efectos negativos en el territorio que no pueden ser ignorados.
En la Fundación Savia consideramos que “urge disponer de una normativa para la correcta ordenación e implantación de estas instalaciones solares, de forma que se puedan evaluar los efectos ambientales de manera racional y poder asociar la consideración de los impactos a una referencia común”. Así lo hemos expresado en las Alegaciones presentadas a la Dirección General de Política Territorial y Minas del Ministerio para la Transición Ecológica y Retro Demográfico a la planta fotovoltaica Bucare en Alcalá de Guadaíra.
Para acceder a la noticia completa pulse aquí